El desarrollo de la carga de vehículos eléctricos

La carga de vehículos eléctricos ha evolucionado rápidamente en Europa en las últimas dos décadas. En los primeros años, la carga se limitaba a enchufes domésticos básicos (Schuko), que proporcionaban como máximo 2,3 kW. Esto hacía que los tiempos de carga fueran largos y poco prácticos para el uso diario. La introducción de conectores específicos para vehículos eléctricos — Tipo 1 para los primeros modelos importados de Japón y EE. UU., y Tipo 2 como estándar europeo — marcó un punto de inflexión. El Tipo 2, también conocido como Mennekes, se convirtió rápidamente en el estándar en Europa gracias a su capacidad de soportar tanto carga monofásica como trifásica.

Al mismo tiempo, se expandió la infraestructura de carga pública. Mientras que los hogares solían tener conexiones monofásicas de 230V, las estaciones públicas se equiparon con conexiones trifásicas de 400V, lo que permitió cargas mucho más rápidas. Las certificaciones de seguridad europeas como CE, TÜV e IEC sentaron las bases de una carga segura, fiable y preparada para el futuro. Hoy en día, los conductores de vehículos eléctricos cuentan con una amplia red de estaciones de carga, respaldada por normativas europeas y cables estandarizados.

Diferencias entre la carga monofásica y trifásica

La diferencia entre carga monofásica y trifásica está en cómo se suministra la electricidad. Una conexión monofásica utiliza una única corriente alterna a 230V, mientras que la carga trifásica distribuye la energía en tres conductores a 400V.

  • Monofásica (230V): Proporciona energía a través de un solo conductor. Común en hogares. Potencia típica: 3,7 kW (16A) hasta 7,4 kW (32A).

  • Trifásica (400V): Proporciona energía a través de tres conductores simultáneamente. Común en estaciones públicas y empresariales. Potencia típica: 11 kW (16A) hasta 22 kW (32A).

Ventajas de monofásica: instalación más sencilla, suficiente para baterías pequeñas o híbridos enchufables.
Ventajas de trifásica: carga mucho más rápida, ideal para vehículos eléctricos con baterías grandes y más preparada para el futuro.

Dato clave: la carga trifásica a 32A (22 kW) puede suministrar hasta seis veces más potencia que la carga monofásica a 16A (3,7 kW), reduciendo los tiempos de carga de forma significativa.

Comprendiendo los amperios en la carga de vehículos eléctricos

El amperaje (A) indica la intensidad de la corriente eléctrica. En la carga de un vehículo eléctrico, determina cuánta electricidad pasa por el cable cada segundo. Cuanto mayor es la intensidad, más potencia se puede entregar — siempre junto con el voltaje. La fórmula es simple:

Potencia (kW) = Voltaje (V) × Corriente (A) ÷ 1000

  • 230V × 16A = 3,7 kW

  • 230V × 32A = 7,4 kW

  • 400V × 16A (trifásico) = 11 kW

  • 400V × 32A (trifásico) = 22 kW

Los enchufes domésticos suelen estar limitados a 16A, mientras que los puntos de carga dedicados pueden suministrar de forma segura hasta 32A. Es importante tener en cuenta que el propio vehículo debe soportar tanto la cantidad de fases como la intensidad. Un coche con un cargador a bordo de 7,4 kW no aprovechará una estación de 22 kW.

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    Carga 16A vs. 32A: Ventajas y desventajas

    Carga 16A


    Potencia: 3,7 kW (monofásico) o 11 kW (trifásico)
    Ventajas: Compatible con la mayoría de instalaciones domésticas, menores costes de instalación, más seguro en sistemas eléctricos antiguos.
    Desventajas: Tiempos de carga más largos, especialmente en monofásico (a menudo requiere toda la noche).

    Carga 32A


    Potencia: 7,4 kW (monofásico) o 22 kW (trifásico)
    Ventajas: Tiempos de carga mucho más rápidos, ideal para baterías grandes de vehículos eléctricos, la mejor opción para estar preparado para el futuro. Un cable de 32A siempre puede usarse también a 16A, sin ningún problema. El vehículo y la estación de carga regulan automáticamente la corriente, por lo que el cable se adapta a la potencia disponible. Esto ofrece la máxima flexibilidad: un solo cable sirve para ambos escenarios.
    Desventajas: Requiere un cableado más robusto, mayores costes de instalación, no siempre es compatible con todas las instalaciones domésticas.

    👉 Punto clave: Un cable de 32A no obliga a cargar a 32A — solo lo permite. Si la estación o el vehículo limitan la carga a 16A, el cable se adapta automáticamente.

    Cómo elegir la solución de carga adecuada para tu vehículo eléctrico

    La elección entre monofásico o trifásico y 16A o 32A depende principalmente del cargador a bordo de tu coche. Muchos vehículos eléctricos admiten 11 kW (trifásico, 16A), mientras que los modelos premium permiten 22 kW (trifásico, 32A). Los híbridos enchufables suelen estar limitados a 3,7 o 7,4 kW monofásicos.

    Los propietarios de viviendas deben comprobar su instalación eléctrica. Pasar de monofásico a trifásico suele requerir una adaptación por parte de la compañía eléctrica. Para la mayoría de los usos diarios, 11 kW (trifásico, 16A) es suficiente, mientras que 22 kW es ideal para quienes buscan la máxima velocidad.

    Los cables de carga son igualmente importantes. Los cables europeos de alta calidad y certificados, como los de Voldt®, garantizan seguridad, resistencia a la intemperie y pleno cumplimiento de las normativas CE, UKCA y TÜV. Un cable duradero asegura una transferencia eficiente de energía, tanto en casa como en el trabajo o en estaciones públicas.

    Conclusión

    La elección entre monofásico o trifásico, 16A o 32A, depende tanto de tu vehículo como de tu entorno de carga. Para la mayoría de los conductores europeos, una instalación trifásica de 16A (11 kW) ofrece el mejor equilibrio entre velocidad y practicidad. Para quienes recorren largas distancias a diario o buscan la máxima flexibilidad, 22 kW (trifásico, 32A) es la mejor opción.

    En lo que respecta a los cables, una cosa está clara: un cable de 32A es siempre la opción más flexible. Puede utilizarse de forma segura en puntos de carga de 16A y 32A, garantizando compatibilidad en prácticamente cualquier situación.

    Con los cables de carga certificados y resistentes de Voldt®, eliges soluciones seguras, duraderas y preparadas para el futuro — fabricadas en Europa, sin compromisos.

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